La Concejalía de Tráfico y Seguridad Ciudadana ha emitido una serie de recomendaciones a compradores y usuarios de minimotos para el correcto uso de las mismas. Es básico que el comprador disponga de información antes de decidir la compra de uno de estos vehículos, cuyas ofertas y ventas van en aumento, teniendo en cuenta que sólo son juguetes si reúnen las condiciones exigidas a los juguetes y sólo son seguras si se utilizan en los lugares adecuados y los niños, como usuarios de juguetes, deben estar protegidos tanto de los riesgos previsibles derivados del diseño, de la construcción o la composición del juguete, como de los riesgos inherentes a su uso, explica Salvador Martí, Concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana.
Según el Instituto Nacional de Consumo, sólo son juguetes las minimotos destinadas a ser utilizadas para jugar por niños menores de 14 años, estén alimentadas por una batería eléctrica no superior a 24 voltios y tengan marcado CE y el etiquetado exigido a los juguetes. El juguete deberá incluir , en la lengua oficial del Estado, además de las características técnicas y legales que establecen las normas vigentes, información con instrucciones de uso y montaje, recomendaciones y advertencias de seguridad y limitaciones de uso, añade el responsable de Tráfico y Seguridad Ciudadana, quien añade: “en ningún caso podrán circular por la vía pública y sólo podrán utilizarse por las aceras y en zonas peatonales en caso de que no superen la velocidad máxima por construcción de una persona andando –6 Km/h-. En caso de superar esa velocidad, su uso estará restringido a circuitos cerrados y autorizados.
Las minimotos con motor de combustión nunca podrán ser consideradas juguetes, puesto que su propulsión se realiza por medio de un motor de combustión y las velocidades que alcanza son superiores a los 6 Km/h y por lo tanto no podrán circular por la vía pública.
En caso de que la Policía Local detecte la circulación de estas minimotos por la vía pública se procederá a la inmovilización y depósito de la misma, así como a redactar las correspondientes denuncias de tráfico, concluye Salvador Martí.











